Volare, oh oooh!

Con una hora de retraso, y por tanto después de trece horas y media en el avión, llegamos al aeropuerto de Buenos Aires. Cansados, por supuesto, pero no destrozados gracias a que finalmente los hilos de Héctor funcionaron y vinimos en Business!! Y nasi chana...

Quien me iba a decir a mi que es posible que el asiento se convierta en poco menos que una cama, que puedes tener a tu disposición una pantalla de video en la que selecionar lo menos 15 películas, tropecientas canciones, documentales, conciertos, juegos de maquinita de bar y el mapa de vuelo con la localización actual. Como imaginarme que con sólo pulsar un botón un amable camarero me iba a servir un Lan Crianza del 2001, o que sin preguntar me iban a dar un neceser casi tan grande como el mío... En fin, es otra cosa a pesar de ser lo mismo.

Para el resto, leed el post de Héctor, que al final se me ha adelantado en la publicación y no le voy a hacer la competencia...

Pat Garret.