Vista una ruina...

(06/06/06)

Tengo la sensación de que cuanto más barato es un país, más ven al turista como un saquito de dinero con patas. Al saber que en realidad para nosotros no supone gran cosa gastar lo que a ellos les cuesta vivir un día entero, te asedian allá por donde vas sin prestar ninguna atención a tus reacciones, excepto si asientes con la cabeza, lo cual significa que has picado.

Te hablan en inglés, les contestas en español y te siguen hablando en inglés, porque no escucharon tu respuesta, sólo atienden al movimiento de tu mano hacia el bolsillo y no oyen la frase que más he repetido acá: no, no, no gracias... Me cabrea haber dejado de ser un persona para pasar a ser un fardo.

Héctor me dice que me tranquilice. Entonces viene algún otro que te entra más suave, a solas, sin otros 4 alrededor vendiéndote lo mismo, alguien de alguna agencia, y picas, y te tima. Y aunque para tí son 4 euros de nada, el porcentaje es alto y para él es un pastizal, y el buen rollito de hace un rato se convierte en mala leche al constatar el timo y me dan ganas de ir a la oficina otra vez y llamarle ladrón, pero el bus no espera a nadie...

Cuzco fue el centro del imperio del Inca, así que vas a plantar una patata y decubres unas ruinas. Puedes visitar decenas en pleno Cuzco, a pocos kilómetros, en el valle Sagrado, en Machu Picchu... En todas ellas el guía te cuenta lo mismo con pequeñas variaciones: la separación del mundo en tres niveles (cielo, tierra y subsuelo; pasado, presente y futuro; condor, puma y serpiente; Inti, Pachamama y antepasados... creo, y que me perdonen los expertos), los 4 suyus del imperio del Inca (las 4 regiones en que este estaba dividido), las distintas clases sociales, los distintos tipos de arquitectura cuyo máximo exponente fue el inca imperial, los avances tecnológios y astronómicos, edificios antisismo con inclinaciones en las paredes, puertas trapezoidales, canalizaciones de agua subterraneas y fuentes, terrazas para cultivo o para evitar el desprendimientos de tierras, observatorios astronómicos, y un montón de teorías mezcladas sobre para qué hicieron esto o aquello, o cómo concebían tal o cual cosa. Cientos de nombres en quechua o aimará... pá volverse loco niño!!!

Y sí, es cierto, impresiona ver miles de pedruscos, algunos de 30 ó 40 toneladas, perfectamente pulidos y encajados al milímetro, incluso después de más de 500 años y varios terremotos, y te imaginas a miles de obreros currando y muriendo ladera abajo para que el Inca (o rey), la nobleza y los sacerdotes disfrutaran de unos chalecitos en lo alto de la montaña que no veas.

Pero claro, después de oír tantas veces las excelencias e inteligencia del pueblo que posteriormente fue arrasado por la conquista española, te acuerdas de que 2000 años antes, los griegos y romanos ya desarrollaban semejante sofisticación, por no hablar de las pirámides egipcias... Vamos, que muy bonito, pero con tiempo y mano de obra barata, hasta se puede construir la Gran Muralla China.

A pesar de todo, debo tener más de 200 fotos de ruinas incaícas... por algo será!

Casi me olvido del chasqui!

Los chasquis eran los mensajeros del imperio, unos tíos rápidos como el viento que se hacían 20 kilómetros a toda ostia hasta el siguiente puesto "chasquero" (o waka), por unos caminos de piedra con trozos de escaleras empinadas que dan miedo, para pasar el mensaje que fuera, y es que no tenían móvil...

La versión moderna la representan unos niños de 10 ó 12 años que, vestidos a la antigua usanza inca, bajan por las escaleras de acceso a Machu Picchu (tiempo promedio para un turista 45 minutos), en los 20 minutos que el bus tarda en hacer todo el zig-zag de curvas de la carretera, y en cada tramo se para a esperar al bus para gritar a pleno pulmón -Adiooooooos- mientras agita la mano, para que el turista le vea, se ría, y abajo del todo, cuando se sube al autobús y sin parar de gritar y agitar la mano le dice algo ininteligible en quechua, le suelte algún sol.

Este se lo ganó, muy gracioso el chaval, y muy muy rápido!!!


Pat Garret.