lunes, mayo 15, 2006

Cagonlaputamarequeloparió!!!

(10/05/06)

Manrobao!!! Que manrobao!!!

Una vez en el bus hacia Mendoza y tras casi una hora de viaje, por fin el revisor empieza a solicitar los títulos de viaje, el billete vamos. Busco mi chaqueta, que había dejado en la parte del portaequipajes sobre mi cabeza, al lado de la mochila, y... que no está!!!

Acabo de rodillas mirando bajo los asientos, tras recorrerme el autobús entero mirando en ambas filas del portaequipajes y tocando todos los bultos y chaquetas de los demás. Definitivamente no está, pero eso no es lo peor, lo peor es que en sus bolsillos iban mi "celular", mi cartera y mi pasaporte!!!

Tras explicarle la situación al revisor, nos apeamos en Los Andes, y nos subimos a otro autobús de la misma compañía que viaja hacia Santiago, único lugar donde podemos hacer un pasaporte nuevo.

No tenemos ni 1000 pesos chilenos porque ya nos íbamos de chile, y entre las pertenencias en mi cartera se incluyen mi DNI, las tarjetas de crédito, el carnet de alberguista, el de conducir, algunas fotos... en fin, la vida! Menos mal que Héctor también dispone de tarjetas, claro.

Intento hacer memoria, ¿cómo ha podido ser? Sólo hay una explicación: Cuando subimos en Valparaiso al bus, había un hombre me mediana edad con cara de tontuelo que "ayudo" a Héctor a subir su bolsa al portaequipajes a la par que nos cedía su asiento y se instalaba más atrás. Héctor se sintió incómodo y bajó la bolsa a su vera en el asiento contiguo, pero yo dejé todas mis pertenencias de mano arriba. Un par de minutos más tarde, el mismo hombre descendió precipitadamente del bus con su gran chaqueta negra y amarilla bajo el brazo. Hay que estar tonto para equivocarse así de autobús en un trayecto internacional... o no, todo depende del motivo que te llevo a subir al bus y del tamaño que tenga lo que bajes de él. Y es que aquí no se acostumbra a pedir ningún tipo de billete para subir, simplemente subes, te acomodas, y cuando el transporte está en ruta y ya ha subido todo el mundo del resto de paradas, se hace la ronda. Así que existe una nueva modalidad de robo que aprovecha este "agujero de seguridad", que dirían los del Güindous.

Y es que uno se relaja cuando se acomoda por fin en su asiento semi-cama y se dedica a mirar porla ventana al resto de gente que, como hormiguitas, se pasean entre los autobuses con sus maletas, sus mochilas y sus cajas...

Estamos de nuevo en Santiago, la ciudad que con tanto regocijo abandoné dos días atrás y que no pensaba volver a pisar, y para colmo, estoy aquí encerrado!! No tengo pasaporte, no puedo volver a Argentina, el viaje se retrasa, no sé cuando volveré a comer lomito del bueno. Si le pillo...

Tras poner una denuncia en una comisaría y anular mis tarjetas de crédito, nos alojamos de nuevo en la Casa Roja. Mañana toca remover Roma con Santiago para obtener un pasaporte lo antes posible, ahora a descansar, pero con el estado de nervios que tengo, no sé yo.


Pat Garret.