jueves, junio 01, 2006

El desierto más seco del mundo... a vista de pájaro

(01/06/06)

Vaya peasho de reclamo publicitario! Eso y que es la ciudad más cara de todo Chile, por el mismo motivo, que hay que llevarlo todo allí para los turistas, porque sino, ¿quién carajo iba a ir a visitarlos???

Se pueden hacer varias excursiones más de esas de 12 horas en furgoneta, pero decidimos que mejor no... o bueno, eso creíamos, porque al final picamos. Lo único verdaderamente diferente que se ofertaba allí con respecto al resto de nuestro viaje, era la visita a los Geyseres del Tatio, para lo cual había que estar preparado sobre las 4AM. Creo que el compañero Cordo tiene algo preparado al respecto. Apoyo sus palabras completamente, y por si no lo dice él, es un timo!!

Tras volver de la excursión, autobús hasta Malaca para hacer noche y al día siguiente salir hacia Antofagasta de donde partía el avión que nos llevaría hasta Arica, en la frontera con Perú.

Qué sensación coger un avión de nuevo!, recorrer cientos de kilómetros en breves minutos, conocer de antemano el funcionamiento de todo el sistema del medio de transporte, ahora la presentación del pasaporte y facturación del equipaje, luego el detector de metales, la puerta de embarque, las instrucciones del personal de cabina... un gustazo.

Además, me entretiene enormemente seguir la línea que dibuja la carretera sobre la orografía del terreno a vista de pájaro. Hemos volado sobre el Pacífico muy cerca de la costa durante todo el trayecto y ese largo trazo oscuro dibujaba la costa a la perfección, hasta que la perdía momentáneamente para observar después que se había desviado costa adentro por un cauce de río para serpentear cuesta arriba y salvar un accidente geográfico.

No se ve planta alguna, sólo desierto, altos acantilados tierra y pequeñas colinas arrugadas como un papel de regalo en su segundo uso... Muy parecidas al desierto de Mojacar, pero sin ningún tipo de vegetación. Se nota por todas partes la erosión de caudales de agua que parten de las cimas y se van juntando para crear depresiones cada vez más dispersas y profundas. Y de vez en cuando el cañón formado por el lecho inerte de lo que algún día fue un gran río que desembocaba en el mar, donde por diferencia de color desde el avión, se aprecia bajo el agua un delta sedimentario. El mar, inmenso, azul, reflejando el sol... ¡qué gusto!

Tras ver esto, uno, sin intentar llevar la contraria a los expertos (o listos de la isla, como vengo denominando yo a los expertos de todo tipo desde que empezó este viaje), se plantea qué responsabilidad tendrá el ser humano sobre la desertización del planteta, que por estas latitudes debió comenzar antes de que los primeros humanos poblaran la zona.

Sí, supongo que la estamos acelerando en ciertos sitios, pero ¿podríamos darle la vuelta a la tortilla y detenerla?


Pat Garret

Tras la crisis, a Perú por Chile

(01/06/06)

Como escribía el compañero Cordo, tras la visita a Iruia nos vimos aplastados por el calor, hambrientos e indecisos en una pequeña placita de Humauaca intentando decidir cuánto dinero sacar del cajero, para lo cual era imprescindible saber cual iba a ser nuestro próximo movimiento. Ante la idea de pasar a Bolivia y agarrar un avión que cruzase el país hasta La Paz para llegar lo antes posible a Machu Picchu, se nos vino a la cabeza que era una tontería, porque para eso no hacía falta pasar por Bolivia, así que nos tiramos hacia el Oeste, y al final hemos vuelto a atravesar la cordillera de los Ándes en autobús para llegar hasta San Pedro de Atacama e intentar aprovechar el viaje de alguna manera.

Por el camino... Casi 4000 metros. Siento sobre el pecho una opresión que identifico con esa pena profunda que a veces se instala en tu pecho y apenas te deja respirar, convirtiéndose en la antesala del llanto. Por más que intento ensanchar mis pulmones, no parece ser suficiente. Me falta el aire, recuerdo también esas primeras respiraciones que hace uno bajo el agua en el mar cada vez que se calza una tuba o una botella de buceo, y que se sienten como una mezcla de la presión del agua sobre los pulmones y la alarma nerviosa del cerebro intentado asimilar el hecho de obtener oxígeno allá abajo.

El otro día en Purmamarca subí un cerrito de no más de 70 metros por un camino escarpado pero sin exagerar, no tuve que usar las manos en ningún momento para subirlo. Uno empiza caminando a paso ligero, dos minutos después te oyes jadeando sin saber el por qué, sigues adelante algo más despacio pero no te recuperar, te falta el aire. Pocos minutos después te sientas en el suelo casi sin resuello mientras, eso sí, contemplas el famoso Cerro de los Siete Colores en todo su explendor. A los 5 minutos estás totalmente repuesto y no notas rastro alguno del cansancio (¿ein?) Vuelta a empezar...

Al volver a pasar por las Salinas Grandes camino de Chile, me percaté de algo curioso, y es que uno podría pensar que la flora en un salar es inexistente, y es cierto, pero no en sus bordes donde, entre manchas blancas salinas, se desarrollan pequeños matorrales amarillos y salpicando el paisaje aparecen charcos de un azul intenso que reflejan el cielo a través del aire límpido de estas latitudes.

¿Vivirá también algún animal en esas aguas que sin pura sal líquida?


Pat Garret.

YO TAMBIEN SOY TONTO

Finalmente nos decidimos por Chile , la rapidez de sus comunicaciones fúe la excusa.La decisión se fraguó sentados en un parque en el pueblo de Humauaca , cansados ,llevabamos 2 días de madrugones y furgoneta , decidimos subir a Perú primero y luego pasar a Bolivia .Una gran sensación de libertad decidir una cosa así de esta manera , que en cualquier otro momento de nuestras vidas nos hubiera llevado más tiempo , en ese momento fúe como decidir si comer con vino o cerveza.
Tras pasar día y medio más relejados en Purmamarca, buseto hacía San Pedro de Atacama en Chile.Tercer paso de la cordillera de los Andes y de nuevo una espectacular ascensión entre montañas esta vez solo cubiertas por una pequeña capa de bajos arbustos, un cielo azul y un aire cristalino , por una carretera que parecía hecha para nosotros, gran sensacióin de soledad.Los tres pasos de la cordillera han sido muy diferentes entre sí , no sabría con cual quedarme, todos memorables.
San pedro de Atacama en un pueblo en mitad del desierto de Atacama cerca del salar de Atacama , desde luego mucho con los nombres no se lo han currao.El nombre de atacama viene por una especie de pato que habita en la zona , atacama significa pato negro (me ahorro describirlo) . El pueblo es bastante curioso , es pequeño y volcado con el turismo , inundado de agencias de viaje, hostels , tiendas de recuerdos y centros de internet .Las calles estan sin asfaltar , el suelo es tierra entre marrón y rojo.La mayoria de las casas son de adobe, los guiris toman las calles , en su mayoria alemanes ,ingleses o yankis , aquellos a los que pese a ser un destino bastante caro aún les resulta barato.
Decidimos estar poco tiempo , quizas un día , para luego ir a Antofagasta y desde allí volar a la frontera con Perú .Coger un avión es más caro pero así salimos de la monotonía del bus.Pero estabamos en Atacama y el día que teniamos había que aprovecharlo, por lo que decidimos con cierta reticiencia hacer una excursioncita a los geisers que nos recomendó fervientemente un madrileño que conocimos en Santiago.
Uno debería guiarse más por su sentido común en esta vida , las primeras impresiones deberían respetarse más , atender al instinto y no dejarse llevar por las cosas que se supone que tiene que hacer aunque atenten contra su forma de ser.Cuando se reflexiona sobre cualquier asunto , uno corre el peligro de sacar aspectos positivos casi de cualquier cosa, aunque esta no merezca ni ser planteada.Digo esto porque cuando en la agencia de viajes te describen las caracteristicas del viaje en cuestión y a uno le entra la risa floja , lo mejor es agradecer la atención del señor , levantarse e irse al bar más cercano a por una dosis de cordura.Si te dicen :"El autobús pasará a recogeros a las 4:00 AM , 3 horas y media de furgoneta para llevaros al campo de geisers .Por cierto abrigaos , que allí hay -15ºC .Son 10.000 pesos(15 €)". ¿Cuatro de la mañana?.¿Menos quince grados? ¿y hay que pagar 15 €?.¿Algo más ? .¿Subirá algun guanaco durante el trayecto para sodomizarnos , quizas?.Claro uno se descojona, pero con voz de tonto le dice :"Vale".
A uno le entra el sueño allí mismo solo con pensar que tiene que levantarse a las 3:00 ,aunque fueran solo las 6 de la tarde .Así que unas cervecitas y a dormir.
Cuando te acuestas y pones el despertador a las 03:15 , piensas "soy tonto".Cuando suena , piensas "soy imbecil".Con cada capa de ropa que te pones para el frio(hasta 7) , piensas "soy un absoluto gilipollas" .Cuando vas en la furgoneta y se llena con 15 más, piensas "no soy el unico".
Así que tras 3 horas de centrifugado en una firgoneta por un camino por el que hasta las cabras se mosquearían , y llegada a los geisers , tienen cierta gracia .Pero claro , para compensar semenjante esfuerzo y traición a la persona individual (y del atleti) , tendría que haberme encontrado allí una piramide egipcia incorrupta , rodeada de grifos de cerveza barra libre y atendidos por treinta mujeres portada de play boy , y solo por lo esperpentico de la imagen.Muy bonitos los geisers , pero venga pa'l autobus que hay que volver y para justificar la pasta os vamos a enseñar 2 o 3 gilipolleces más , y así cumplimos 11 horas de bus.
En fin , una sin razón más del turisteo pero que seguro tendré que pasar alguna vez más antes de volver a casa, porque sino sería sintoma de que hay que volverse.
Andamos algo cansados y así me desahogo, nos queda poco tiempo , queremos llegar a los destinos previstos, no por cabezoneria sino por no dejar pasar la oportuniodad ahora que lo tenemos tan cerca .Estamos bien pero si tuvieramos tiempo para descansar varios días en algún lugar que nos gustará , y así recuperar fuerzas para seguir, pero no hay tiempo y hay que seguir caminando.
Nos anima mucho cada vez que escribimos en el blog , por un lado porque al escribirlo uno toma constancia de las cosas que hace y que ve , y por otro, por que es como hablar con vosotros , uno se imagina contandoslo y os echa un poco menos de menos.

Saludos de cordo.

lunes, mayo 29, 2006

La otra cara de la moneda

(Al final Dar Wader salva a Luke...)

(28/05/06)

A pesar de los pesares, y es que no todo puede ser malo, sino qué hacemos aquí todavía?, de vez en cuando te cruzas con un guía graciso y amigable que intenta hacerte creer que no eres un turista más, sino alguien que ha conectado con él. Y en definitiva el paisaje no deja de ser, por tramos, un regalo para la vista por los colores, las formas y los descomunales tamaños de las cosas.

Pequeñas casitas de adobe cada pocos kilómetros en uno u otro costado de una ruta transitable porlos pelos, con churretones marrones que dejó la última lluvia sobre las blancas paredes al deshacer parte del tejado, algún animal doméstido en el mejor de los casos, niños que no bien sienten el ruído de un auto se asoman al camino con la mano extendida a pedir unas galletas, un caramelo, chocolate, un yogur, el ambientador que cuelga del retrovisor, y en última instancia "no tiene una monedita amigo", pequeños grupos de burros salvajes que se disputan el pasto con vicuñas, guanacos, alpacas y llamas, el sol cantigador. Desde hace 10 días no recuerdo haber visto una sola nube...

De vez en cuando notas el apunamiento (mal de altura) en forma de dolorosas punzadas en la cabeza al moverla de manera repentina, el guía te ofrece coquear, que en teoría sirve para: mitigar el hambre, ayudar a la digestión, eliminar el apunamiento y estar más despierto... 10 ó 12 hojas de un carrillo al otro durante algunas horas, sin masticarlas, un sabor ligeramente amargo; al menos te entretienes.

La tierra acá se dibuja en franjas rojas, ocres, verdes, grises, amarillas, sin aparente orden ni concierto, aunque predomina el rojizo, y las formas verticales de los omnipresentes cardones, que crecen entre los 1500 y los 3200 metros, y se dividen en varias familias con variaciones mínimas a mis inexpertos ojos.

Según algunas teorías, su crecimiento es de 1 centímetro al año hasta el metro de altura, por tener que crear grandes y duras espinas defensivas, y después a ritmo de 2 cm/año. Algunos miden hasta 9 metros, calculen ustedes...

También pasamos por las Salinas Grandes, donde los obreros en cooperativa excavan huecos rectangulares en la sal, que se llenan del agua existente bajo la dura costra salina, regenerada anualmente por la que baja de las montañas adyacentes tras las escasas precipitaciones y nevadas, y que de un año para otro se ha evaporado creando entre 2500 y 3000 kilos de sal pura que venden a razón de 15 pesos argentinos por tonelada (unos 4 euros). Para ayudar a su economía, tallan en bloques de sal impura todo tipo de figuritas (llamas, ceniceros...), y con el mismo material han construido un comedor con ladrillos, mostradores, mesas y sillas. No te puedes quitar las gafas de sol e incluso es recomendable ponerse crema protectora. Es como la nieve, pero en piedra.

Empiezo a notar una morriña intermitente por la familia y los amigos, pero viajar está resultando una experiencia muy grata, magnífica, y aunque he llegado a soñar con ir a visitaros una semana y volver para acá, sé que veros significa el fin del viaje, así que voy a tener que renunciar a vuestra compañía por unas semanas más...


Pat Garret

Como dijo don Camilo... A la mierda!

(28/05/06)

Ando un poco mosqueado conmigo mismo, aunque de todo se aprende, y me explico...

Hasta ahora me he limitado a escribir cuando tengo un teclado delante, como vengo haciéndolo desde hace años, y es que siempre tengo uno a mno en mi vida diaria, pero aquí no. Esto me ha llevado a un retraso de 10 días entre lo que escribo y cuándo lo escribo, y con ello he comprendido lo que la inspiración significa.

Cuando llego al cyber a escribir, ya ni me acuerdo de las sensaciones y pensamientos que tuve en el lugar en cuestión, pero me veo obligado a contar qué pasó, convirtiéndose el post en una mera crónica de hechos que no me interesan ni a mí. Otro punto para esto es la falta de un cuaderno de viaje y el hecho de que, normalmente, caigo dormido a los 5 minutos de subir al bus, el mejor sitio para escribir por no tener ninguna otra cosa que hacer, por regla general.

Esta vez me he revelado contra mis costumbres, y me encuentro escribiendo esto en el reverso de un folio con un mapa, que quizá luego ni yo mismo consiga descifrar por lo ilegible que resulta normalmente mi letra, incluso sin el traqueteo actual.

Por enumerar y ponerme al día rápidamente, cabría destacar que nos encontramos en una zona totalmente desertica, a excepción de Tucuman, "el jardín de Argentina", a cuya salida camino de Cafayate (no confundir con el Calafate), pasamos por unos montes lo más parecido a una selva que yo he visto nunca. Por lo demás, entre 100 y 200 mililitros de lluvias al año!! Vamos, que con mear al lado del camino, duplicas las precipitaciones...

Nos hemos dedicado a subir y bajar infinidad de montañas, ahora a 1500, luego 3200, 2500 otra vez, cumbre a 4170, vuelta para abajo. Todo el santo día dentro de una furgoneta, un autobús o una pick-up...

Echo terriblemente de menos las largas caminatas por los bosques y montañas del sur de la Argentina. Acá parece que todas las excursiones han de ser por medio de un vehículo, mientras todo tiembla alrededor, una corta paradas muy de vez en cuando en los sitios típicos y para adentro otra vez. A eso hay que añadir que, si llegas a tiempo de elegir, y escojes mal la ventanilla, la cagas, porque como la carretera suele ir por un lateral del valle o por una cornisa en una montaña, lo miste te tiras 2 horas seguidas con una pared rocosa a escasos 5 metros de tu asiento, y no vea ná de ná... y claro, al día siguiente otras 6-8 horas de bus para llegar al siguiente destino, y es que el tiempo es oro! (y "Luke, yo soy tu padre").


Pat Garret